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Macao o Macau: Una historia de dos grafías

La vibrante ciudad de Macao presenta un fascinante caso de interacción lingüística, arraigada profundamente en su herencia colonial. Este enclave único, donde Oriente se encuentra con Occidente, exhibe una mezcla de culturas portuguesa y china, reflejada claramente en su dualidad ortográfica. La etimología de Macao/Macau no es solo una cuestión de variadas grafías, sino el reflejo de su rico tapiz histórico y su amalgama cultural.

Una convergencia histórica

El asentamiento portugués en Macao a mediados del siglo XVI marcó el inicio de una fusión cultural y lingüística. El templo más antiguo, el de A-Ma, que data de hace 600 años, es testimonio de las raíces ancestrales de la ciudad y su herencia marítima. Nombrado en honor a A-Ma, la diosa del mar, el entorno del templo se convirtió en el núcleo del asentamiento portugués, influenciado por la pronunciación cantonesa de A-ma-ngao, que significa ‘Bahía de A-Ma’.

High rises in Macao / Macau
Edificios altos en Macao/Macau

Evolución de los nombres

La transición de «Amacao» a «Macao» y finalmente a «Macau» refleja la evolución de la identidad de la ciudad. Los primeros colonos europeos, entre ellos el intrépido viajero Peter Mundy, registraron la ciudad como «Macao» en sus crónicas. Esta versión, sin la inicial «A», fue ampliamente aceptada, enriquecida por las detalladas descripciones de Mundy en su Itinerarium Mundi.

Nomenclatura oficial y reconocimiento mundial

Hoy en día, «Macao» y «Macau» coexisten, cada uno con su propio espacio. La versión portuguesa, «Macao», prevalece en contextos oficiales y locales, simbolizando la herencia lingüística de la ciudad. Por otro lado, «Macau» se utiliza mayormente en foros internacionales y en ámbitos anglófonos, incluyendo la prensa de la cercana Hong Kong.

La síntesis cultural

La dualidad ortográfica de Macao refleja su síntesis cultural, ofreciendo una ventana a su trayectoria histórica de colonia portuguesa a metrópoli global. El panorama lingüístico de la ciudad es testimonio de su capacidad para acoger e integrar diversos elementos culturales, desde su gastronomía y arquitectura hasta su documentación oficial.