El 22 de diciembre de 2023, China aumentó su control sobre la cadena de suministro global de metales de tierras raras, esenciales para la tecnología avanzada. Según reporta Nikkei Asia, esta acción estratégica ocurre en un contexto de creciente inquietud por la seguridad económica y los esfuerzos de Estados Unidos y Japón por disminuir su dependencia de proveedores chinos.
Un refuerzo en el control del comercio mundial
Los metales de tierras raras, fundamentales para la fabricación de imanes potentes, son clave en esta disputa tecnológica. Japón destaca en la producción de estos imanes, mientras que Estados Unidos los utiliza en productos de alta tecnología. Aunque China mantiene el liderazgo en la producción mundial de tierras raras, con una cuota que recientemente disminuyó del 90% al 70% en comparación con una década atrás, los esfuerzos de EE. UU. para crear cadenas de suministro independientes se ven limitados por su dependencia de las instalaciones chinas para el procesamiento.
Las recientes restricciones del gobierno chino incluyen la prohibición de exportar tecnologías para la extracción, selección y refinado de tierras raras. Esto no solo refuerza los controles de exportación ya existentes, sino que también limita el acceso a metales industriales clave. Estados Unidos, pese a iniciar el desarrollo de sus propias minas de tierras raras, sigue enviando la mayoría de sus materias primas a China para su procesamiento, lo que destaca la ventaja tecnológica china en este ámbito.
Además, China ahora exige a los exportadores que declaren los tipos y destinos de los metales de tierras raras que envían. Esta medida, junto con la necesidad de una autorización previa para exportar galio y grafito —empleados en semiconductores y baterías de vehículos eléctricos, respectivamente—, evidencia el control cada vez más estricto de China sobre recursos clave para las tecnologías avanzadas.
Una nueva era en la política mundial de tecnología y recursos
Los cambios recientes en las regulaciones redujeron la lista de control de exportaciones de 164 a 134 artículos, de acuerdo con la normativa de 2020, pero incorporaron requisitos técnicos más específicos en sectores de tecnología avanzada. Esto se interpreta como una respuesta a la actual rivalidad entre Washington y Pekín por la supremacía tecnológica.
Esta maniobra estratégica de China resalta la importancia de los metales de tierras raras en la dinámica del poder mundial y los desafíos que enfrentan otras naciones para establecer cadenas de suministro independientes y ambientalmente sostenibles. Además, genera interrogantes sobre el futuro de los avances tecnológicos y el panorama geopolítico en el control de recursos.